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¿Cómo las papilas gustativas pueden adaptarse a una dieta sin sal?

Un reciente estudio apunta que podemos “modificar” nuestras papilas gustativas para preferir alimentos con bajo índice de sodio

Escrito en ESPECIALIDADES el

En conformidad con un pequeño estudio realizado recientemente por la Universidad de Kentucky (Estados Unidos) y presentado en el Congreso ACNAP-EuroHeartCare 2022 (congreso científico de la Sociedad Europea de Cardiología), una intervención de adaptación al gusto reduce el consumo de sal y aumenta el placer por una dieta restringida en sodio en pacientes con hipertensión.

Papilas gustativas se adaptan a una dieta sin sal

“Uno de los principales obstáculos para seguir una dieta baja en sal, es que a los pacientes no les gusta el sabor, pero pocos estudios han planteado esta controversia” argumenta el autor del estudio, el profesor Misook Chung, de la Universidad de Kentucky.

“Nuestro estudio piloto demuestra que es posible cambiar la percepción del sabor en pacientes con hipertensión; y así aprender a que consuman comida con menos sal”, agrega.

(Foto: Pexels)

¿Qué es la hipertensión?

De acuerdo con la Organización Mundial de la Salud (OMS), la hipertensión o hipertensión arterial es un trastorno por el cual los vasos sanguíneos tienen persistentemente una tensión elevada. Entre más alta la tensión, más trabajo le cuesta al corazón bombear sangre a todo el cuerpo.

La hipertensión afecta a más de mil millones de personas en todo el mundo y es la principal causa de muerte prematura. Para retrasar la necesidad de tomar fármacos para reducir la presión arterial, se recomienda un estilo de vida saludable, que incluya la restricción de sal, por otro lado, los beneficios de la reducción de la ingesta de sodio sobre la presión arterial tienden a disminuir con el tiempo, en parte debido a la escasa adherencia.

Los investigadores realizaron el Programa de Vigilancia del Sodio - Hipertensión (SWaP-HTN) para la adaptación gradual de los alimentos sin sal. El estudio examinó sus efectos a corto plazo, la presión arterial, la preferencia por la comida salada y el placer de una dieta restringida en sodio.

(Foto: Pexels)

El programa se adaptó a las necesidades y objetivos de cada paciente, por lo que incluyó la sal añadida en la mesa, la sal utilizada al cocinar, la compra en el supermercado y la comida de los restaurantes. Los participantes de dicho estudio recibieron un dispositivo electrónico con el cual podían medir su ingesta de sodio.

Reducir gradualmente la cantidad de sal 

Los investigadores compararon los cambios entre los grupos analizados desde el inicio hasta la finalización del estudio. La intervención condujo a una reducción en la ingesta de sodio y un mayor placer en la dieta restringida en sal. Se presentó una tendencia en la disminución de la presión arterial sistólica media en el grupo de intervención (de 143,4 a 133,9 mmHg) sin alcanzar una significación estadística. La intervención no modificó la preferencia por los alimentos salados.

Chung concluye que el estudio “es capaz de modificar nuestras papilas gustativas para que disfrutemos de alimentos bajos en sodio y reducir gradualmente la cantidad de sal que consumimos; el programa de adaptación gradual del gusto tiene el potencial de controlar la presión arterial, pero debe probarse en un ensayo más amplio con un seguimiento más prolongado", apunta.

https://www.sumedico.com/trivias/mitos-de-la-salud-cardiaca-cual-es-la-realidad/349201

Con información de la OMS, Infosalus