Indicó que datos de la Secretaría de Educación Pública (SEP) revelan que 55 por ciento de los accidentes que se registran en el nivel básico se da en las escuelas primarias; 35 por ciento en las secundarias y el restante en preescolar.

 

Expuso que el ímpetu de la infancia y adolescencia borra la conciencia del riesgo en los juegos y en la manera de relacionarse entre compañeros. Prueba de ello es el creciente comportamiento negativo denominado bullying.

 

Corona Nakamura argumentó que la primera emergencia de accidentes escolares son las lesiones derivadas de tropezones o bien caídas y cortes de la piel en distintas partes del cuerpo; fracturas; golpes en la cabeza catalogados como severos traumatismos craneoencefálicos, con pérdida prolongada de conocimiento; lesiones oculares y, por último, picaduras o distintas situaciones de asfixia o ahogamiento.

 

“Estos escenarios inesperados de emergencia derivados de caídas, quemaduras, intoxicación, asfixia y ahogamiento, que cada vez más se registran en las aulas, exigen una inmediata intervención y representan un problema por atender”, añadió.

 

Puntualizó que la gran mayoría de los accidentes son cada vez más comunes y han llegado a comprometer el desarrollo de los menores que los sufren, ya que no reciben la correcta atención inmediata, dado que el profesor no tiene los conocimientos para brindarla.

 

La diputada Rocío Corona afirmó que cuando los docentes carecen de conocimientos sobre primeros auxilios, se pierde tiempo en lo que se decide qué hacer o bien trasladar al accidentado a un centro de salud para recibir la atención especializada que en algunos casos puede llegar a destiempo.

 

Esta situación, acotó, puede corregirse si se les ofrece a los profesores conocimientos en primeros auxilios. “Son la primera línea de atención inmediata ante estas emergencias. Dotémoslos de todas las herramientas para que le hagan frente a su labor”.

 

Corona Nakamura insistió en que estas situaciones deben atenderse de manera rápida y con conciencia de lo que se está haciendo, basada en conocimientos en la materia, como son los primeros auxilios.

 

“En la actualidad cualquier medida de seguridad no es una exageración, como tampoco la imperiosa necesidad de incluir como garantía para los estudiantes cualquier esfuerzo de atención, corrección o preventivo, por preservar la integridad y la vida”, añadió.