Para mejorar la condición de los pacientes con diabetes mellitus, una de las recomendaciones médicas es realizar ejercicio y actividad física, sin embargo, es necesario hacerlo correctamente. Toma nota de los siguientes consejos.
Con la diabetes, el ejercicio se vuelve de suma importancia, pues es este el que permite que el cuerpo tenga un mejor uso de insulina, lo que resulta beneficioso para los controles de esta en la sangre. Como extra, la actividad física también ayuda a que el corazón y los huesos se fortalezcan, y que mejore la circulación sanguínea.
Todo esto en conjunto permite que se disminuya el riesgo de complicaciones cardíacas, ya que reduce los niveles de glucosa en sangre, baja la presión arterial y disminuye los niveles de colesterol, manteniéndolos a raya.
¿Cómo hacer ejercicio con diabetes?
El objetivo del ejercicio en diabéticos es controlar la glucosa, mantener un peso sano, evitar la aparición de complicaciones, y mejorar así la calidad de vida.
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La Asociación Americana de Diabetes, considera que se debe realizar al menos 150 minutos semanales de actividad física (30 minutos diarios, por cinco días). Es recomendable que se realicen actividades de tipo aeróbico, como las caminatas, con una intensidad que sea de moderada a vigorosa, dependiendo de la capacidad y el estado físico del paciente.
Pueden realizarse sesiones que tengan aproximadamente 10-20 minutos de estiramiento, y de 25-60 minutos de actividad física como tal, donde se vayan modificando las intensidades para poder facilitar el ejercicio y que este no resulte contraproducente.
Debemos recordar que la variación en el ejercicio dependerá siempre de las recomendaciones del médico.
Algunos de los ejercicios que se pueden hacer y que son recomendables para pacientes diabéticos son: correr, caminar, andar en bicicleta, yoga, natación.
Según el tipo de diabetes
Otro factor a tener en cuenta antes de realizar actividades deportivas será el tipo de diabetes, pues cada programa y recomendación debe orientarse en consideración a esto, para evitar complicaciones futuras.
Si se trata de una diabetes insulinodependiente (Mellitus Tipo I), se debe llevar un registro diario y preciso de la actividad deportiva, así como de los niveles de glucosa durante y después del ejercicio, el tipo de insulina que se utilizó, la dosis y la hora.
Es importante que estos pacientes tengan en cuenta que la actividad física aumenta la sensibilidad a la insulina, lo que puede ser un riesgo a la salud y podría provocar una hipoglucemia, por lo que un médico debe ser quien recomiende la intensidad y las especificaciones del ejercicio.
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Además, deben intentar realizar un ejercicio de forma regular, constante, adaptado a los horarios de comida y la aplicación (y acción) de la insulina para evitar las complicaciones por baja de glucosa. La insulina debe utilizarse en músculos que no vayan a utilizarse en la actividad.
En el caso de los pacientes de diabetes no insulinodependiente (Mellitus Tipo II), es necesario que el ejercicio sea regular, ya que ayuda a la mejora de los síntomas, e incluso llega a prevenir este padecimiento en personas que tienen riesgo de padecerla. Debe acompañarse de una dieta balanceada.
Recomendaciones y consideraciones
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Los pacientes con diabetes mellitus tipo I deben considerar la ingesta de alimentos con carbohidratos antes o después del ejercicio.
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Deben evitarse ejercicios cuando el clima sea extremo (frío o calor), así como donde la glucosa o el metabolismo no se encuentren controlados, principalmente en pacientes de Tipo I.
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Es mejor ir acompañado. No solo resultará mucho más divertido, también podría ser de utilidad en caso de que el paciente llegue a sentirse mal y requiera asistencia.
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La actividad física debe ser algo atractivo y disfrutable, de esta manera será más fácil realizarla sin que resulte un peso extra.
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No hay que exigirse demasiado, principalmente si se está iniciando. Lo ideal es empezar de a poco, con actividades que logren ir acondicionando el cuerpo, sin exceder los 30 minutos. Lo ideal es que el cuerpo se sienta cómodo.
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El médico debe estar enterado de la actividad, pues podrá realizar ajustes si ve mejoría, o podría advertirte de posibles riesgos.
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Los ejercicios, el tiempo, los niveles de glucosa y lo relacionado a la insulina (tiempos de aplicación y dosis) deben ser registrados.
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Es ideal que no se dejen pasar más de dos días seguidos de descanso.
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En caso de tener otro padecimiento (como problemas cardíacos) el médico será el encargado de decir las especificaciones para la actividad. Es de suma importancia que esté enterado.
(con información de: Fundación Española del Corazón, Healthline, Glucerna, 65 y más)