¿Por qué un adolescente se vuelve antisocial? Con más frecuencia se observa en las noticias casos de adolescentes que realizan acciones agresivas hacia sus pares u otras personas.
Estas noticias muestran el comportamiento agresivo, la inestabilidad y las conductas antisociales que llegan a tener algunos adolescentes y que si no las tratamos pueden llegar a causar estragos graves en la sociedad, como por ejemplo, los tiroteos.
Las conductas antisociales son multifactoriales y se relacionan con entornos sociales desfavorables, estilos educativos familiares no adecuados, problemas de salud mental, poca tolerancia al malestar y la autoridad, el individualismo, explica un artículo de The Conversation.
(Foto: Pexels)
Razones por las que un adolescente tiene conducta antisocial
Los adolescentes pueden llegar a ser emocionalmente frágiles y esta fragilidad puede llevar a la agresividad, irritabilidad, dificultad para establecer vínculos afectivos, impulsividad y conductas antisociales.
Un adolescente con conducta antisocial tiene ira, no pueden controlar sus impulsos, discuten con los adultos y se niegan a cumplir normas u órdenes.
Las conductas antisociales en los adolescentes pueden escalar si también se propicia el absentismo y el fracaso escolar, el consumo de sustancias estupefacientes y la adicción a las redes sociales.
Esto puede ocasionar acciones violentas por parte de los adolescentes hacia los demás y hacia ellos mismos. En esta etapa se debe abordar desde un enfoque familiar, escolar y psicológico.
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¿Cómo ayudar a un adolescente que tiene conducta antisocial?
La infancia y la adolescencia son momentos clave para trabajar las conductas antisociales y es fundamental afrontarlas en esos momentos para evitar que se vuelvan irreparables y permanentes.
La infancia y la adolescencia son momentos cruciales en los que las personas desarrollan la personalidad e identidad que tendrán el resto de sus vidas. Si en estas épocas surgen conductas antisociales y violentas y no se trabajan, éstas tienden a agravarse en la edad adulta y provocar problemas de salud mental o delictivos.
Los padres pueden ofrecer calor, afecto y apoyo emocional a sus hijos y proporcionarles una sensación de control personal y autonomía en lugar de ser demasiado restrictivos y controladores. También pueden utilizar el refuerzo positivo para promover los comportamientos que desean.
Para combatir las conductas antisociales, tanto los padres de familia como los educadores necesitan acercarse de manera adecuada a los adolescentes y establecer relaciones de confianza. Si esto no es suficiente, se recomienda acudir con un profesional de la salud mental.
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Con información de: The Conversation