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Día mundial de los cuidados paliativos

El 9 de octubre se conmemora, como cada segundo sábado de octubre, el día mundial de los cuidados paliativos, con la intención de visibilizar su importancia.

Escrito en OPINIÓN el

El 9 de octubre se conmemora, como cada segundo sábado de octubre, el día mundial de los cuidados paliativos.

Lo anterior con la intención de visibilizar su importancia, señalar la enorme brecha que existe entre los países del global sur y el global norte y proponer estrategias para disminuir la desigualdad y la inequidad.

Los cuidados paliativos deben acompañar cualquier condición o enfermedad crónica o compleja que limite la calidad de vida y provoque sufrimiento. Estos inciden directamente sobre el “Dolor total”,  término acuñado y descrito por la doctora Cicely Saunders, reconocida como pionera de los cuidados paliativos de la época moderna. El término hace referencia al dolor que cada paciente experimenta producto de la enfermedad misma o de los tratamientos médicos, pero también del que surge a nivel emocional, social y espiritual. La atención abarca a la familia, en especial al cuidador primario, quienes son vistos como la unidad a tratar, idealmente, por un equipo multidisciplinario.

En los años sesenta del siglo pasado, se enfocaron principalmente en el paciente oncológico en fase terminal y demostraron sus bondades de manera muy pronta en Inglaterra, poco después en Canadá y Estados Unidos y hoy en día, en muchos otros países, incluyendo a México. Sin embargo, el avance en el estudio de las distintas trayectorias de las enfermedades crónicas,  además del cáncer, como las cerebrovasculares, diabetes, Parkinson, Alzheimer, hepáticas, renales, congénitas, entre muchas otras, han demostrado que:

Hay un acceso limitado a estos cuidados

La Organización Mundial de la Salud señala que solo el 14% de todos aquellos pacientes que los requiere, accede a ellos. Entre las razones que pueden explicar este fenómeno en México, se encuentra que la mayor parte de la población desconoce qué son o los relaciona con el final de la vida, lo que provoca un rechazo inmediato; existe desabasto de morfina y otros opiáceos que son parte del cuadro básico de medicamentos en cuidados paliativos. Además, los recursos humanos son claramente insuficientes; es necesario formar profesionales en el área, tanto médicos de primer nivel, como especialistas, enfermeros, psicólogos, tanatólogos y trabajadores sociales.

Hoy más que nunca, la pandemia ha hecho patente que lo impensable sucede cuando menos lo esperamos; que la naturaleza humana es tan grande, como vulnerable y que el enorme sufrimiento que han vivido y viven los pacientes de covid-19 y sus familias podría y puede ser manejado, prevenido, controlado o minimizado con la atención paliativa adecuada.

A medida que la población envejece y la pirámide poblacional se invierte, la necesidad de contar con equipos paliativos multidisciplinarios irá creciendo. En México sin duda hemos avanzado; sin embargo, la deuda es tan grande que vamos a contrarreloj. Para lograr mejoras importantes todos necesitamos de todos. Una sociedad bien informada puede demandar y hacer cumplir sus derechos. Una Academia comprometida puede ofrecer más y mejores programas curriculares para las distintas profesiones involucradas. Un Estado que busca el bien de la población debe implementar políticas públicas que promuevan y faciliten el desarrollo y acceso de los cuidados paliativos a lo largo y ancho del país.