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Diabetes y el ojo I

Hasta el 60% de los pacientes con diabetes tienen una o más complicaciones oculares asociadas con la enfermedad que puede afectar al ojo de manera secundaria

Escrito en OPINIÓN el

La diabetes es una enfermedad en la que el cuerpo no puede producir insulina o usarla de manera adecuada para controlar los niveles de azúcar (glucosa) en la sangre. El tener niveles de glucosa alta por mucho tiempo puede dañar diferentes partes del cuerpo, como el corazón, los riñones y los ojos.  

Por ello, en esta entrega quiero compartirte información relevante sobre la diabetes y la salud visual, por lo que vale la pena destacar que hasta el 60% de los pacientes con diabetes tienen una o más complicaciones oculares asociadas con la enfermedad que puede afectar al ojo de manera secundaria, como puede ser la visión borrosa, pues en ocasiones los pacientes con diabetes empiezan a ver borroso y se debe a tener niveles altos de azúcar en la sangre. Esto ocasiona que el cristalino, el lente interno del ojo, se hincha y cambia su capacidad de enfocar. Para corregirlo, se necesita tener niveles de azúcar entre 70-130 miligramos por decilitro, en ayunas. La visión puede tardar hasta 3 meses en volver completamente a la normalidad después de un episodio de hiperglucemia.

Otra afectación son las cataratas. El cristalino es el lente transparente interno el ojo, es el encargado de ver y enfocar las imágenes. Si se hace opaco (cambia de color), se ha formado una catarata. Las personas con cataratas, empezarán a ver borroso, a deslumbrarse con las luces; en algún punto no mejorará la visión con lentes graduados, y al ver menos se limitan las actividades diarias; ahí es cuando se indica la cirugía de catarata.

(Foto: Unsplash)

Una más es el glaucoma. Las personas con diabetes tienen más riesgo de desarrollar glaucoma y puede ser de diferentes tipos, siendo el glaucoma de ángulo abierto el más común. Si la presión de adentro del ojo sube, puede dañar el nervio del ojo y en fases tardías ocasiona cambios en la visión. Es posible que este tipo de glaucoma no cause ningún síntoma, sino hasta que se encuentre en fases avanzadas donde existe una pérdida importante de la visión. De ahí la importancia de los exámenes anuales, para detectarlo a tiempo.

Pero existe otro tipo de glaucoma llamado glaucoma neovascular. Este se debe al crecimiento de nuevos vasos de sangre en el iris, que bloquean el flujo normal del humor acuoso, aumentando la presión ocular. El tratamiento está enfocado en disminuir la formación de esos nuevos vasos, con la inyección de medicamentos (anti-VEGF) en el vítreo y/o con la aplicación de láser en la retina.

En este tenor también está la retinopatía diabética que es una de las principales causas de discapacidad visual prevenible y de ceguera en personas en edad laboral y es una complicación de la diabetes tipo 1 y 2. Es consecuencia directa de los niveles elevados de glucosa en los pequeños vasos de la retina ya que ocasiona cambios en diferentes vías del metabolismo de las células, generando cambios inflamatorios y de concentración de oxígeno en la retina. Otros factores de riego importantes son la presión arterial elevada y niveles de lípidos elevados en sangre.

Para concluir esta entrega también es fundamental mencionar el edema macular el cual produce cuando se acumula líquido en la mácula, que es la parte central de la retina, y es responsable de la visión.  Al inicio no ocasiona síntomas y cuando avanza se empieza a notar visión borrosa, visión doble, aumento de ver moscas volantes, ver colores opacos o llegar a perder la visión. Los factores de riesgo asociados al desarrollo del edema macular incluyen: diabetes de larga evolución, control malo de niveles de glucemia, enfermedad renal, niveles altos de colesterol y obesidad. En la siguiente entrega hablaremos de los síntomas que ocasiona la diabetes en el ojo