Probablemente nunca has pensado que consumir grasas saturadas, azúcares añadidos, bebidas azucaradas, botanas, dulces y postres, además de repercutir en nuestro peso corporal también podría asociarse con daño a las articulaciones, y desencadenar una enfermedad reumatológica capaz de generar discapacidad para desempeñar las actividades del día a día.
¿Qué son las articulaciones?
Primero, es importante saber que una articulación es el punto de conexión entre dos o más huesos de nuestro cuerpo y que nos permiten realizar movimientos mecánicos, como caminar o escribir, y si alguna de éstas se llega a inflamar pueden dar lugar a algún tipo de artritis, y en su forma más común, la osteoartritis (OA).
La osteoartritis se trata de un trastorno crónico y debilitante de las articulaciones móviles, como las de la rodilla, la cadera o las manos, y provoca dolor, rigidez e inflamación en los pacientes, lo que causa dificultad para realizar actividades cotidianas.
Dado que el cartílago se deteriora por la osteoartritis y es el tejido que permite a los huesos deslizarse y realizar movimientos libremente, cuando se desgasta estos pierden su capacidad de deslizarse al mover la articulación, mismas que usamos infinidad de veces al día. Esto sucede al realizar acciones repetitivas, con esfuerzo extremo o por factores que lo debilitan, tales como la obesidad.
Las personas con obesidad tienen el triple de riesgo a desarrollar una osteoartritis, debido a que la grasa produce un estado llamado de inflamación crónica de bajo grado que comparte factores inflamatorios que se encuentran en la osteoartritis.
En México, la obesidad es considerada un problema importante de salud pública, sobre todo si tenemos en cuenta los datos de la Encuesta Nacional de Salud y Nutrición, en donde se menciona que el 75.2% de la población presenta sobrepeso y obesidad, lo cual no resulta una sorpresa, toda vez que en promedio la población consume 163 litros de refresco al año por cada habitante. Adicionalmente, con la llegada del covid-19 y el confinamiento, hubo un notable incremento del 70% en el consumo cotidiano de alimentos chatarra y poco nutritivos.
Las personas con obesidad tienen el triple de riesgo a desarrollar una osteoartritis. Este es el contexto de la obesidad en México. #ep https://t.co/AW6kxj0h6o pic.twitter.com/kbMmHkDcpt— sumedico.com (@sumedico) December 10, 2021
En este contexto, es claro que el mexicano es más vulnerable a desarrollar enfermedades osteoarticulares si no cuidamos de nuestra alimentación, no respetamos los horarios de comida o no hacemos alguna actividad física que controle nuestro peso.
Es importante reconocer que la obesidad puede prevenirse y, de hecho, es el único factor de riesgo de la osteoartritis potencialmente modificable. Apoyémonos con el nuevo etiquetado de productos con el fin de mejorar nuestra elección de alimentos, hagamos 30 minutos de ejercicio al día, incluso desde casa para no exponernos al virus del covid-19 y consulta al médico en caso de presentar algún síntoma o molestia en las articulaciones independientemente de su edad.
Para más información de la osteoartritis:
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