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¿Qué defectos fetales se pueden diagnosticar con el ultrasonido?

El ultraonido de la semana 11, además de detectar el síndrome de Down, puede encontrar posibles defectos que el bebé puede tener, de ahí su importancia

Escrito en OPINIÓN el

En esta importante evaluación que realizamos los médicos materno fetales de forma rutinaria además de evaluar los riesgos fetales de presentar un problema en los cromosomas como síndrome de Down (trisomía 21), también se realizan otras evaluaciones como la revisión estructural fetal temprana y los riesgos para enfermedad placentaria (restricción de crecimiento intrauterino, preeclampsia, parto pre término y desprendimiento prematuro de placenta).

¿Qué defectos fetales se pueden diagnosticar entre la semana 11 y 13.6 de la gestación?

  • Ausencia de cráneo
  • Ausencia de línea media que divide el cerebro
  • Falta de cierre del cráneo 
  • Defectos faciales graves
  • Algunos tipos de defectos cardíacos
  • Defecto del músculo del diafragma graves
  • Falta de cierre de la pared del abdomen que provocan que el hígado o los intestinos queden fuera del abdomen
  • Ausencia de uno o de ambos riñones
  • Número de vasos en el cordón umbilical
  • Anormalidades de la vejiga
  • Defectos graves de extremidades
  • Alteraciones en el número de dedos de las manos
  • Tumores quísticos o sólidos

(Foto: Pexels)

¿Se puede conocer el sexo fetal?

Antes de la semana 12 es muy poco probable determinarlo, entre las semanas 12 y 13 se puede determinar con un 80% y después de la semana 13 ya es posible determinarlo en el 100% de los casos.

¿Cómo se evalúan los riesgos para preeclampsia y restricción del crecimiento fetal?

Tanto la preeclampsia (que es una elevación de la presión sanguínea materna que puede poner en riesgo tanto la vida fetal como la de la madre según la gravedad) como la restricción del crecimiento intrauterino tempranos (que generalmente se presentan antes de la semana 34 y son graves) son originados por placentas “enfermas”. Los riesgos se calculan tomando en cuenta lo siguiente:

  • Características maternas: cifras de tensión arterial, peso materno, talla, número de embarazos, preeclampsia o restricción del crecimiento en embarazos previos, alteraciones de la glucosa materna como diabetes y presencia de enfermedades como lupus
  • Evaluación de arterias uterinas y de su nivel de circulación sanguínea
  • Cifras de doble marcador: Se toma una muestra de sangre materna y se miden dos hormonas, la gonadotropina coriónica y la proteína placentaria asociada al embarazo (HGC y PAPP-A)

Estas 3 evaluaciones nos indican un riesgo individual para preeclampsia grave y para restricción del crecimiento grave (antes de la semana 34)

(Foto: Pexels)

¿Si la paciente resulta en un grupo de riesgo elevado significa que va a desarrollar las complicaciones derivadas de la placenta?

El hecho de que la paciente quede en alto riesgo en la evaluación de la semana 11 a 13.6 nos da la oportunidad de prevenir, ese es el objetivo de la evaluación. Entre las medidas preventivas se encuentran:

  • Indicar aspirina a dosis bajas cada noche desde la semana 13 hasta la semana 37, el inicio de aspirina antes de las 16 semanas de gestación previene la preeclampsia y la restricción del crecimiento en el 70% de los casos.
  • Cambio de hábitos dietéticos
  • Cambio en nivel de actividad física
  • Vigilancia materna y fetal estrecha.

La buena noticia es que si la madre resulta en un grupo de riesgo bajo, existe una probabilidad mayor al 95% de que no exista ni preeclampsia ni restricción del crecimiento durante este embarazo.

¿Qué otros datos se evalúan?

Las características ultrasonográficas de la placenta como la forma, textura, implantación y el volumen de líquido amniótico.

Si consideramos todos los datos que nos brinda este tipo de ultrasonido, si todo resulta dentro de lo normal, los padres pueden estar razonablemente tranquilos respecto al curso del embarazo.