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Se nos vino un tsunami en salud mental

El confinamiento por la pandemia y el miedo a enfermar o morir han exacerbado las emociones.

Escrito en OPINIÓN el

Al inicio de la pandemia se había vaticinado una ola de suicidios. Confinamiento, problemas económicos, desempleo, abuso y trastornos mentales, se anticipaban como las principales causas.

Al inicio de la pandemia por covid-19 se advirtió que la salud mental estaba ante una situación grave e incluso que podríamos afrontar una ola crítica de suicidios, pero lo que se nos vino fue un verdadero tsunami. El confinamiento, problemas económicos, desempleo, abusos y los trastornos mentales como la depresión, esquizofrenia, bipolaridad y el trastorno límite de la personalidad son las principales causas, que pueden llevar a quitarse la vida.

Trastornos mentales en menores de edad

Lo más preocupante es el incremento en el número de suicidios entre menores de edad y adolescentes. Desafortunadamente, cada vez son más los menores de edad que recurren a esta acción extrema. En los últimos cinco años, entre la población pediátrica de entre 8 y 16 años se han incrementado las conductas suicidas. Esta situación se ha reflejado en el aumento en las consultas que se dan en el Hospital Juárez, lo cual antes no era tan común. Entre las causas que motivan esta conducta entre los menores de edad destacan las decepciones amorosas, problemas en el núcleo familiar, rechazo a la solicitud de ingreso a instituciones escolares o pérdida de personas significativas.

Mayor riesgo de trastornos mentales por la pandemia

El confinamiento por la pandemia por el virus SARS CoV-2 y la poca información que se tiene sobre cómo manejar el miedo, el temor a lo desconocido, a enfermar o a morir han exacerbado las emociones y se han convertido en el catalizador para que la bomba de tiempo explote.

Frente a esta situación, las personas que se encuentran en el entorno familiar pueden detectar algunos factores que predisponen una conducta suicidaEntre dichos factores está la pérdida de interés, dejar de hacer las cosas que gustan, cambios de hábitos en la alimentación o el sueño, aislamiento familiar o de los amigos con quiénes se acostumbra convivir, tristeza, desamparo, o bien, empiezan a poner en orden su documentación y empiezan a despedirse.

Estas señales son un grito de auxilio o una actitud con la que están pidiendo auxilio. Las conductas suicidas afectan tanto a mujeres que atentan contra sus vidas consumiendo pastillas, cortándose o consumiendo bebidas tóxicas, como a los hombres, quienes lo consuman de una manera más violenta, dándose un balazo o ahorcándose.

La prevención en salud mental

Desafortunadamente, en materia de salud mental no hay una cultura de la prevención y la población, pero especialmente las víctimas potenciales de suicidio, acuden al psicólogo cuando ya están en mala situación.

La gente rechaza acudir al psicólogo porque no quieren ser vistos como locos. Por eso inventan mil cosas antes de acudir al especialista en salud mental. Muchos incluso prefieren acudir al chamán o con personas que sólo les dicen: “échale ganas, no pienses en eso, pronto se te va a pasar".

Frente a esta situación, es importante avanzar en la cultura de la prevención en salud mental. En las escuelas los alumnos reciben clases de educación emocional para que estén en contacto con sus emociones y tengan un manejo adecuado de la comunicación en familia. Y eso es un avance.