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Todo lo que usted siempre quiso saber sobre la placenta… I

Existe mucho desconocimiento acerca de la placenta, el cordón umbilical, el líquido y las membranas amnióticas

Escrito en OPINIÓN el

¿Qué sabemos de la placenta, el cordón umbilical, el líquido y las membranas amnióticas? 

Existe mucho desconocimiento acerca de la placenta, el cordón umbilical, el líquido y las membranas amnióticas, por lo que frecuentemente respondo a preguntas como las siguientes:

  • ¿El cordón del bebé está conectado a mi ombligo?
  • ¿El bebé flota en la placenta?
  • ¿Cuándo el bebé nace la placenta se disuelve adentro?
  • ¿Qué hay en el líquido amniótico?
  • ¿El bebé come de la placenta y del líquido?
  • ¿Si el bebé tiene el cordón en el cuello puede asfixiarse o morir?
  • ¿Por qué si el bebé esta flotando en el líquido no se ahoga?
  • ¿Me puedo comer la placenta, ya sea cruda o en cápsulas?
  • ¿Es verdad que venden las placentas para fabricar cremas y champú?
  • ¿Por qué se termina el líquido?
  • ¿La placenta ya esta envejecida?
  • ¿El líquido sabe a lo que comí?
  • ¿Si tomo mucha agua tendré más líquido?
  • ¿Si el bebé se mueve mucho es más probable que se enrede en el cordón?

Son demasiadas preguntas para un solo artículo, así que trataré de responderlas en tres partes.


(Foto: Unsplash)

A la placenta, al cordón umbilical, a las membranas amnióticas o bolsa se les conoce como anexos porque forman parte del embarazo, pero no forman parte del feto, solo lo acompañan.

Empezaré por explicar cómo vienen relacionadas las tres estructuras con lo cual algunas preguntas quedarán respondidas.

Imaginen al útero embarazado como si fuera un huevo. El cascarón sería el útero, la yema sería la placenta, pero en este caso en lugar de flotar estaría adherida al cascarón, y la clara sería la bolsa de líquido amniótico. Dentro de la clara “flotaría” el bebé.

La placenta deriva de un tejido que se desarrolla embriológicamente llamado trofoblasto. Tiene una cara fetal y una cara materna. Está formada por 16 a 18 cotiledones y un cordón umbilical con tres vasos. La cara materna está adherida a la pared uterina y la cara fetal esta “viendo” hacia la cavidad amniótica donde flota el feto. 

La placenta invade la pared uterina materna, invade los vasos maternos que se localizan en el útero y que son derivados de las arterias uterinas. Cada cotiledón está formado de muchos “arbolitos” de vellosidades que pertenecen a la cara fetal de la placenta llenas de vasos sanguíneos que se van uniendo poco a poco hasta llegar a formar un río de sangre que llega al cordón umbilical que está formado de dos arterias y de una vena, además, el espacio que queda entre las vellosidades, que le llamaremos espacio intervelloso.

(Foto: Especial)

¿El feto tiene sangre de la madre? ¿de padre? 

Entonces el cordón umbilical se conecta por un extremo a la cara fetal de la placenta y por el otro extremo al abdomen fetal. Así pues, el cordón no se une a ninguna estructura materna, ni al ombligo materno ni al útero, sino a la placenta. Pero entonces ¿la mamá le envía sangre al feto? ¿El feto tiene sangre de la mamá? La respuesta es no

El feto no tiene sangre de la mamá, y menos aún del papá. Por lo que la frase de las telenovelas “es un hijo sangre de mi sangre” es falsa. La placenta tiene muchas funciones, entre ellas se encuentra la de nutrir al feto. Pero ¿cómo lo hace? Vamos por partes y espero no confundir a los y las lectoras:

1. La sangre de mamá llega llena de oxígeno al tejido del útero a través de las arterias uterinas, irriga al útero y también nutre a la placenta a través de las arterias espirales que desembocan a un lugar que es como una “cuevita” (cotiledón placentario) llena de vellosidades que se bañan con la sangre.

2. Todo el flujo de sangre de mamá que llega a esa “cuevita”  (cotiledón) “baña” el espacio entre las vellosidades y va cargada de oxígeno y de nutrientes para el feto, entra como un manantial de sangre que inunda ese espacio intervelloso. Se llama espacio intervelloso porque se encuentra localizado entre los “arbolitos” o vellosidades placentarios.

Estos arbolitos o vellosidades están llenos de vasos sanguíneos que por diferentes mecanismos extraen los nutrientes y el oxígeno de la sangre de mamá que llega a ese espacio. Y por otra parte sueltan los desechos que traen del feto en el mismo espacio intervelloso de donde los toma la sangre de mamá y los elimina. Este proceso es muy complejo y perfecto. En el momento que falla el feto se asfixia o muere dentro del útero.

3. Los nutrientes que extraen los arbolitos o vellosidades se van por la vena del cordón umbilical hasta llegar a la sangre dentro del feto, y liberan el oxígeno y nutrientes que el bebé necesita en todos sus órganos y tejidos. El bebé envía por las dos arterias umbilicales todos los desechos, entre ellos el C02 (dióxido de oxígeno); estas arterias los llevan de regreso al cotiledón, donde de nuevo se repite el proceso para dejar los desechos y volver a resurtirse de oxígeno y nutrientes. Y así se repite todo el proceso con cada latido del corazón fetal.

De tal forma que la sangre de la mamá y la sangre del feto no son la misma, ni el feto pasa cantidades significativas a la mamá ni la mamá al feto. La sangre de la mamá y del feto nunca se mezclan. Intercambian nutrientes a través de una membrana o barrera. El intercambio se da por diferentes mecanismos dependiendo de lo que se vaya a intercambiar, oxígeno, glucosa, aminoácidos, grasas, minerales, C02, etc.

(Foto: Especial)

Resumiendo: La placenta no flota, está adherida a la pared interna del útero. El cordón umbilical se conecta en un extremo a la placenta y en el otro al feto. La sangre del feto y de la mamá no están en contacto. Los nutrientes como el oxígeno y la glucosa pasan de un lado a otro por diferentes mecanismos y su paso depende de lo que el feto necesita.

Agradezco la colaboración del Dr. Juan Manuel Gallardo Gaona, Médico Materno Fetal del INPer, para la elaboración de este artículo. En el próximo continuaremos aclarando algunas de las preguntas que planteamos al principio.