Y disminuir el millón de de vidas que se pierden en Latinoamérica a causa de EVC es muy fácil, según informa un investigador argentino junto con su equipo.

 

El secreto es el pan, un alimento ampliamente consumido por los habitantes de esta región.

De acuerdo con Adolfo Rubinstein, presidente del Instituto de Efectividad Clínica y Sanitaria (IECS), en Argentina, quien lideró la investigación que luego fue publicada en la revista especializada BMC Public Health, el reducir el consumo de este alimento puede reducir hasta 60 mil muertes por infartos, problemas del corazón o ECV.

 

El especialista, sin embargo no habla de una eliminación total del pan sino tan sólo de una reducción en la cantidad de sal que se le pone al prepararlo, sin que ello signifique sacrificar su sabor.

 

En palabras de Rubinstein, “el pan queda igual de sabroso y si le quitamos la sal además podría ayudar a prevenir estos problemas del corazón en lugar de incrementarlos”.

Por ello es que el científico ha lanzado una campaña contra la sal que ha alcanzado todas las latitudes del mundo.

 

De acuerdo con los datos recabados para utilizar este alimento para ayudar a evitar contraer EVC elaborados por el Instituto Nacional de Corazón, Pulmón y Sangre de Estados Unidos, encontró que reducir un gramo de sal por cada 100 gramos de pan se podrían evitar 60 mil muertes en los próximos diez años, según el estudio.

 

De acuerdo con el investigador Rubinstein más de tres cuartas partes de las muertes por problemas cardíacos son causa de estilos de vida sedentarios, adicción al tabaco, mala alimentación y otras enfermedades crónicas como diabetes e hipertensión.

 

Otro de los beneficios que pueden obtenerse de reducir la sal del pan, dice el experto es que puede lograrse una reducción de al menos un milímetro en la presión arterial lo que salvaría aún más vidas.